lunes, 6 de abril de 2020

En el fin del mundo.

"No tendría sentido una última vez si no es contigo"

Esa frase retumbaba en mi cabeza, como también retumbaba en ella este hecatombe existencial.

Estás ganas de nada. Sólo de tí.

Distraído, cómo siempre, pensaba e idealizaba lo nuestro, lo que pudo haber sido... Cómo Adán y Eva desterrados, pero juntos. Destinados a un final trágico, pero juntos.

Y mientras tanto, el mundo se derrumbaba tras mis pasos. Un planeta podrido de latir sucumbia ante una epidemia global. Pero tan infectada estaba mi alma por lo nuestro, que había generado una suerte de inmunidad contra todo lo demás.

Llegué a casa. En las noticias el detrimento aumentaba, como también crecía el dolor. Y yo solo sabía que tenía que buscarte. No contestabas, la mensajería no te llegaba. Salí en tu búsqueda, porque al final, estando juntos (una última vez) podría justificar todo lo que ocurría. 

-El mundo duele menos si te miro- pensé.

Allí te encontré. Olvidaste pasar la llave al llegar. Acurrucada en una esquina del sofá, un morral a medio hacer en el piso, justo al lado de tus lágrimas secas. Me viste y corriste hacia mi corazón. Entre sollozos lograste articular un "No te vayas nunca. No te vayas lejos".

Sentirte cerca le devolvió el color a mis mejillas, el brillo a mis ojos.

En la radio un hombre exclamaba como todo se iba a la mierda, y como la ciudad se encapsulaba tras un mensaje idílico e inútil de "quédense en casa, eviten salir". Tan inútil era eso, como tú idea de huir a quien sabe donde.

Recogí tus cosas y te llevé conmigo. Crear en ti una sensación de seguridad fue más difícil de lo que creí, pero lo logré. Habiendo llegado cerramos todo, y tras la ventana la ciudad se desvanecía bajo una escala de grises, tristes y opacos.

Te hice un té. Tú respiración se realentizó. Mis dedos rozaron los tuyos y todo lo demás perdía importancia. 

Habíamos dejado de hablar hace unos meses. Pero no dejamos de extrañarnos y eso no nos hacía bien. Sin embargo, ahí estabas, frente a mí TV, atenta a lo que parecía una película de terror. Me calmaba tenerte ahí. Y aunque irreal, la situación fue idónea para reencontrarnos, aunque sea una última vez.

Parpadee. Desperté.

Y claro, no estabas.

Espabile y con noticias asesinas intenté comer. Pero solo podía pensar en una pregunta: Si el mundo se acaba, tú vendrías ¿Verdad?

Vendrías ¿Verdad?

martes, 22 de octubre de 2019

¿No lo ves?

¿No lo ves? Yo muero y renazco por tú amor.

¿No lo ves? Yo muero por un gesto de tu parte.

¿No lo ves? Yo anhelo tú querer.

Y es qué, niña mía, la intranquilidad me invade cuando de usted nada sé. Me cómo las uñas. Cierro los ojos y aún así, tras estos parpados, mis pupilas siguen en tu búsqueda.

¿No te enteras? Ya no se como explicarle a estás manos tú ausencia, ya no sé cómo darle a entender a mí piel que tú calor se disipa si de mí, fugaz desapareces.

Y me refiero, niña mía, a ese breve espacio en qué no estás. A esas horas que son como cuenta gotas, que se vuelven en mi contra y amenazan mi ritmo cardíaco.

¿No lo sabes? Te extraño, vaya que te extraño. 

Y es genial ese momento en el que mi teléfono vibra y leo en la pestaña tu nombre. Tú no sabes lo que causas, lo que generas en esta psiquis que no hace más que amarte.

¿No lo ves, niña mía?

jueves, 17 de octubre de 2019

Nos faltó.

Hay instantes que debieron ser eternos. Eternos como el resplandor de una estrella, que aunque extinta, por años luz su refulgencia se perpetua. Reuniones, momentos, ocasiones, encuentros que sin ser fortuitos llenaron de fortuna mi existir.

Hay días a los que les faltaron horas, minutos, segundos. Caricias que les faltaron centímetros de piel por recorrer, besos que tuvieron que ser más intensos. Tan intensos como el pensar desenfrenado del que quiere remediar un error, un impace, un desatino; tan intenso como esa devoción a lo que no ves, pero sabes que está.

Hay miradas que tendrían que haberse inmortalizado, cual imagen fija en la mente del artista que pretende reproducirla en el lienzo. Gestos, ademanes, guiños que debieron ser enmarcados en un sitial de honor, único, así como tú.

Nos faltó.

Nos faltó tanto pero tanto, que resulta increíble cómo se sostiene este inmueble de amor. ¿Bases solidas? que el ingeniero universal se encargue de eso; mientras tanto nosotros... pues nosotros nos acomodamos, aprendemos, aguardamos, procurando que este amor en letargo pueda despertar ta fervientemente como aquel primer "te amo".

Nos faltó, si. Pero también nos sobran las ganas, el tiempo, el aguante, el amor.



martes, 23 de abril de 2019

Oda al amor, mi amor.

Sin compromiso ni penuria, sin desdenes ni ademanes, te diré cuanto me atrae tu ineludible frescura.

Tan pura y calma, me llenas; tan simple y dura, me inundas. Y es este desborde tan suave el que anega mi cordura.

Innegablemente, me encanta verte regia y decidida; poderoso alelí de calle, que florece hasta en penumbras; ¿seras tu esa flor salvaje que arremeta a mi ternura?.

Incuestionablemente te leo, y perplejo, alucinante, disfruto cada destello de tu prosa envidiable; tan compleja, irreverente, tan fugaz y  constante, concreta e inteligente, ¿quien pudiera refutarte?.

Es divino tu sentido del deber incuestionable, infranqueable en tu trinchera de querer santificarte; y sin realmente desearlo, pues innatamente lo haces, emanan de ti radiantes bendiciones angelicales.

Es hermoso escribirte y me esfuerzo en describirte que en estos breves versos eres tu quien me incite risas llenas de alegría, memorias cortas, placenteras que recargan mi estadía en este, mi hogar de letras.

Concluyendo este improviso de pensamientos deambulantes, sinceramente me inclino ante ti, y sin dilatarme, espero que disfrutes de estos versos delirantes.




viernes, 30 de junio de 2017

Saber que seremos caníbales...

Había retrasado esto. Me creí absuelto  de caer en el flagelo cotidiano de escribir sobre la realidad de mi país. Y es que -¿Si ya todo el mundo lo hace, por qué debería hacerlo yo?, sera solo un cliché de lo que todos ya saben- me decía a mi mismo; y si en efecto así parece, pido disculpas lector, pero hay cosas que se nos hacen necesarias decir de alguna manera ¿no?.

El caso es que siempre he tenido la sensación de que todo lo que está ocurriendo, todo lo que nos toca vivir a diario, no me terminaba de afectar sobremanera. Ojo, no a nivel de adolecer lo que todos adolecemos (porque es imposible) sino a un nivel más emocional. Pero todo tiene su punto de quiebre y el mío fue una canción que hace mucho conocía y ahora veo que encaja perfecto en este sentir. La cosa es que resulta inútil el querer establecernos correctos, filósofos, neutrales e independientes dado el hecho de que esta pesadilla se asemeja al mitológico hades que sufrieron los guerreros griegos, a esa lucha con el dios de la muerte. Me es tan fácil familiarizar lo que vivimos con esas batallas odiseicas que leemos de vez en cuando; Hércules, Perseo, Aquiles, Teseo entre otros, nos evocaran nombres como Paola, Pernalete, Neomar, Bassil, nuestros HÉROES. Y siendo así, es ineludible el pensar en el gesto que ellos tuvieron con su nación, con sus hermanos, firmes en su convicción de lograr la tan anhelada libertad, de arrebatarle  a esos tiranos nuestro país, quitárselo  de sus manos ensangrentadas con el deseo de cambio de una cantidad inconmensurable de personas que los apabullan, QUE DICEN ¡YA BASTA!, QUE NO QUIEREN SABERSE CANÍBALES PARA DARSE CUENTA QUE POR CULPA DE UNOS TIRANOS, DENTRO DE POCO, NO HABRÁ CARNE SUFICIENTE PARA TODOS.

Lector, estas tragedias las vivimos día a día, a cada instante, se han vuelto cronológicamente periódicas y no podemos dejar de alzar nuestra voz contra esto. Este es un pequeño llamado a una profunda reflexión  interior; pregúntate ¿estas haciendo algo por ti, por tu crisis, por tu país?.


Acá el link de la canción, espero les guste y que como yo, se vean identificados: https://www.youtube.com/watch?v=pctUObFnU6k



viernes, 27 de enero de 2017

Lo mejor es lo que pasa...

¿Eres capaz de organizarte? ¿Puedes acaso atar todos los cabos y asegurarte de que no hay moros en la costa? ¿Es posible que lo tengas todo previsto? Jaja... Es en extremo inverosímil el creer que estamos seguros y que todo está bajo control. Hay quien, recurrentemente, se embarca en el "USS absolute planned", y en medio de su travesía llega la vida en forma de tormenta y le da un vuelco a la historia.

Tener la certeza de algo, si bien no es imposible, resulta tarea difícil y agotadora. Podemos resguardarnos contra todo posible "mal" o "tragedia", pero realmente no tenemos la capacidad de ver el futuro y predecir el deceso de nuestra nave, y así poder corregir el curso y esquivar el iceberg. Sin embargo, siendo fieles al planteamiento, queremos aferrarnos a el como única posible salida, cuando realmente las olas del mar van y vienen a capricho del viento, creando remolinos de poca certeza, guiándonos por donde es imposible pasar, retándonos a superar el obstáculo que de improvisto surgió...

Naufragamos. Como podemos nos prendemos a algo que flote y desilusionados pataleamos hasta una isla desierta. Nos preguntamos ¿qué fue lo que salio mal? y tratamos de convencernos ¡el plan era perfecto!, y si, quizás si lo era, solo que nunca contaste con que poseidon tenia otros planes para ti. Te echas en la arena, te revuelcas furico hasta que cansado no queda de otra sino apaciguarte. Piensas con claridad, subestimaste la vida y esta no te perdono. Te ríes, coges una bocanada de aire y te levantas... ¡No todo esta perdido! Aun podemos llegar a nuestro destino, y esta vez tienes claro como hacerlo. Reúnes tablas y trozos que aun puedan flotar, y armas una balsa, una pequeña balsa. Lejos de ser la nave soñada, es para nuestra fortuna la idónea; y aprovechando los nuevos vientos generados por este ímpetu recobrado, ¡zarpamos!. Nuestra balsa se tambalea, pero no se resquebraja, pues esta hecha con la madera que dejo nuestro error, amarrado con el aprendizaje y la experiencia; ahora eres capaz de burlar esa tormenta, de surcar las olas, de sonreirle al mar y gritarle a modo de solicitud imperiosa: ¡LANZAME TODO LO QUE TENGAS BECERRO, PUES SABRE SALIR ILESO ESTA VEZ!. Y lo logras, avistas tierra y eres feliz. Si, costo, pero piensas para tus adentros "Lo mejor es lo que pasa", dejas tu balsa y sigues adelante, hundes tus pies en la arena y de rodillas caes extenuado, pero lleno de jubilo, pues lo hiciste con un nuevo plan: No planear nada del todo y entender que puedes caer al agua, y que no te quedara otra de nadar.


A veces creemos tener todo a nuestra disposición, y manejar la idea de un falso orden; y de repente llega la vida y te saca del camino trazado... No te asustes, sigue adelante, aprende, analiza, aprovecha la experiencia y simplemente se mejor, pues al fin y al cabo:

La vida hay que vivirla y esta a su vez va a estar llena de dicha uh oh
No tengas miedo, déjate llevar, no mires hacia atrás, libera tu mente para llegar al final
Pues la vida hay que vivirla y aunque caigas levanta y da una risa uh oh
No tengas miedo, no pares de nadar, no mires hacia atrás, sigue hacia adelante y la recompensa estara ♪



lunes, 28 de noviembre de 2016

Elegía del amor

¡Que gusto!. El confortable y tierno abrazo de la ilusión, la sonrisa inconsciente que genera la emoción de creer tener una linda certeza. Y es que eso basta ¿no?, solo una pequeña probada de felicidad, momentánea y fugaz, para que nos desboquemos sin importar nada hasta el punto de que, a menos de un suspiro, el amor nos invada. Pasamos a vivir en un eterno atardecer en la pradera, tan regocijante  y cómodo que le da una suerte de infinidad a esto; genera una idea tan idílica, viva y real que ¡wow! nos atrapa y nos llena, sin siquiera quererlo se vuelve tan necesario el encuentro que al saber que se dará, empiezas a ser feliz horas antes, y no quieres, estas queriendo, no amas, estas amando, y lo disfrutas ¡Y NO IMPORTA MAS NADA!.

Comienzas a generar detalles y momentos, propicias respuestas amorosas y nacen del sentir deseos de que en verdad eres capaz de fundirte en ella, y ella en ti. Se quedan atrás dudas, miedos y se comienza a saborear ese gustito que tiene el elixir de los amantes, ese adictivo polen de la rosa con espinas... Crecen, aprenden uno del otro y desean jamas dejar de conocerse, no perder la capacidad de asombro ni la inventiva, la necesaria razón de reinventarse a cada instante. Se fomenta esta envidiable amistad, se vuelven indispensables letras y gestos que, para aquellos que ven desde afuera, parecen tan solubles en la cotidianidad; pero para ti, para ella, para ustedes, es una bocanada de aire puro que energiza el sentir e impulsa el amor. 

Fomentemos esta idea, la de amar por instinto y no por obligación y desechemos deseos banales que a la postre solo entristecen nuestras almas y verán que en el claroscuro sendero de la soledad, encontrarán ese candil brillando entre la nada.