viernes, 26 de agosto de 2016

Volvemos a lo mismo...

Tan frágil resulta esta idea, tan absurda y poco ortodoxa... tan difícil como las ultimas ¿qué?, ¿5 veces?, quizás algunas otras... Más sin embargo -y sin hacer caso a los insurgentes fallos a favor y en contra del "juicio" que normalmente se suele diferir en mi psiquis por falta de impulso del interesado- esta idea recurrente (que versa lógicamente sobre un amor que algunos considerarían imposible, y que este su servidor se ha empeñado -y logrado un par de veces- en demostrar que tal apelativo esta demás) siempre me ha resultado tan excitante, que muchas veces logra arrancarme del sentido común en el que suelo habitar para llevarme a un sin fin de emociones explosivas, que admito adoro. 

Pues bien, me he encargado, muy en contra de los buenos principios y costumbres idóneas, de no solo hacer que sea una idea repetitiva, si no completamente factible... Y heme aquí, luchando otra vez contra la marea por esta idea tan frágil, tan absurda, tan poco ortodoxa... y que me encanta en demasía.

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