martes, 24 de septiembre de 2013

Subterfugio

Llenos estamos todos de esto, de subterfugios, de breves excusas, escapatorias, en fin, de mentiras. Mentiras que van a la par de las olas del mar, grandes, pequeñas, fuertes, suaves y continuas. Inmersos están estos subterfugios en un denso ruido que de vez en mes pasa a ser un estrépito inconmensurable que solo esta en busca del sencillo deseo de ser algo mas que un pensamiento reprimido, y todo esto a sabiendas de que si se callase el ruido, quizás podríamos hablar, quizás...

No es casualidad

No es casualidad esta letra sutil. El febril acompañamiento de la literatura, de la música, y el deseo de parecer alguien interesante va tomado de la mano a esa fusión de pensamientos que todos tenemos, y que, de alguna manera, queremos dar a conocer, ya sea por medio de un tweet, una publicación en un blog, o aquel poema que en bachillerato nos mandan a realizar para la clase de castellano. En fin, no es casualidad esta letra sutil.

Obra de arte

Pintando en tu cuerpo maravillas inconclusas, donde el tiempo es la variable y mi amor por ti la constante.

Donde no sabemos si el lienzo, que es tu piel, soporte tantos matices de emociones e intrigas.

Donde hay que subrayar sonrisas y miradas incontables, provenientes de colores vivos y fugaces.

Donde cada grieta de oleo seco es cubierta por un nievo día que aun no se puede dibujar, pero que solo queda imaginarlo.

Donde mis dedos rigen la textura de tus respuestas, tratando de que sean favorables a mis fines.

Donde el prisma que irradia tu arco iris nos da miles de tonos nuevos.

Donde tu eres mi musa encantada, y yo un humilde instrumento encargado de ilustrar esta, nuestra historia.

Estos días insipidos

Estos días insípidos que llenan mi memoria con rastros de que ya no estas.

Estas mañanas tenues y calmadas que no se agitan con el vibrar de mi teléfono.

Estas tardes rojas de calor que no reciben el mas mínimo impulso del viento de tu parpadear.

Estas noches en escala de grises que no hacen mas que empeorar la parodia de una soledad que ahora es mía.

Estos días insípidos, que ya no saben a ti o a mi, ni a nosotros.

Bendito

Benditas las ansias de un beso que nunca llego.
Bendito el pensamiento prohibido que me encadena a desearte. bendita la ironía del error cometido.
Bendito tu amor que ahora esta conmigo.

Maldito el momento de dejarte ir.
Maldita la idea de vivir sin ti.
Maldito el sentir que dejas tirado.
Maldita mi fe que se ha revocado.

Benditas heridas que han cicatrizado.
Benditos mis ojos que se han secado.
Bendito el norte que me he fijado.
Bendita sonrisa que me has dejado.